sábado, 1 de abril de 2017

Guinea Bissau

Guinea Bissau conquistó la independencia de Portugal en 1974, después de una larga lucha liderada por el Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde, cuyo líder histórico fue Amilcar Cabral, asesinado en 1973, poco antes de que se alcanzara la independencia. Hasta 1980, el país fue presidido por Luis Cabral, quien fue derrocado por un golpe de Estado liderado por el Comandante en Jefe del Ejército Joao Vieira.

Vieira estuvo al gobierno del país hasta 1998, siendo refrendado en las primeras elecciones libres de 1994. Durante este tiempo, de la misma manera como acontecía en países de todas las latitudes gobernadas por regímenes autoritarios, la economía de Guinea Bissau experimentó una transición hacia un sistema de tipo neo-liberal. Dicha transición fue acompañada, como en otros países, por la supresión de la oposición política y la persecución de los opositores al gobierno. El pasaje a una economía de mercado se cumplió bajo la forma de un programa de ajuste estructural propiciado por el Fondo Monetario Internacional. Hacia finales de los noventa el FMI consideraba Guinea Bissau uno de los modelos para el desarrollo de África.

En 1998, una sublevación del ejercito se enfrentó a Vieira dando inicio a una sanguinosa guerra civil. Gracias a las mediaciones de organismos internacionales y de la comunidad de África Occidental, se realizaron elecciones libres en el año 2000, que llevaron a la formación de un gobierno de transición presidido por Kumba Yala. En 2003, un nuevo golpe de Estado militar, derrocó al gobierno electo. En 2005, las elecciones llevaron de nuevo al poder al ex presidente Vieira. Pero en marzo de 2009 un nuevo levantamiento militar sangriento llevó a la muerte de Vieira, quien fue asesinado en el Palacio presidencial. Se estableció un gobierno militar y en junio de 2009 se realizaron elecciones de emergencia. 

La situación de inestabilidad y conflictos violentos ha sido un problema crónico de Guinea Bissau desde la independencia y tal permanece hasta la actualidad, con los problemas sociales, económicos y políticos que derivan de los conflictos armados. Uno de los factores que ha contribuido a la inestabilidad y la violencia ha sido el apoyo que el gobierno de Guinea Bissau ha largamente proporcionado al Movimiento armado separatista de la región de Casamance, Senegal, lo cual ha redundado en la presencia y el flujo de armas a través del país así como en la presencia constante de grupos de desplazados en esa frontera. se trata de cientos de personas que se desplazan a través de la frontera con Senegal, dependiendo de los desarrollos del conflicto de Casamance. Los vínculos étnicos y familiares entre personas que se encuentran a ambos lados de esa frontera precaria, no es siempre clara la nacionalidad de esos desplazados y por lo mismos se trata de personas especialmente vulnerables a las violaciones de sus derechos humanos.

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